miércoles, 25 de abril de 2012

JUNTOS HACIA EL FUTURO


Es muy tarde ya y es una de esas horas donde uno tiene ganas de llorar pero NO DE RENDIRSE. Como muchos universitarios yo también soy de una familia humilde. Mi padre es pescador y mi madre ama de casa, tengo un hermano en 3º de ESO y una cabeza llena de ilusiones e ideas. Uno con el paso del tiempo se da cuenta de que esta en tercero de carrera y que cada vez tiene que pulir de una forma más exacta su camino. Mi sueño cuando entre en ADE era demostrar que hay una manera diferente de hacer las cosas, que no siempre tiene que ganar el capital, que no existe un mundo de negocios y otro sostenible, que al final todos buscamos ser felices y que no siempre la felicidad esta en destruir nuestro planeta, que si alguna vez nos paráramos a contar sonrisas nos daríamos cuenta de que sonreímos bastante poco. Yo no podré pagarme un Máster de 3.000 euros y por supuesto no pienso dejar que mis padres lo hagan. Esta realidad es la de muchos estudiantes pero no quiero ponerme triste, esta noche me apetece llorar de alegría, llorar de ilusión y de orgullo. Orgullo de tener una familia humilde que creyeron en su hijo, de unos amigos que a pesar de los insultos siguen defendiendo a través del arte y la política sus ideas. Quiero llorar de alegría porque más que nunca me acuerdo de mi bisabuelo, de mi abuelo y de un tío mío que no lo era y estarían orgullosos de mí, que hoy este aquí es el resultado de muchos años de luchar en silencio, de luchar por lo que realmente merece la pena vivir. Y sí, tengo una ilusión enorme. La ilusión de saber que no conseguirán que me caiga, ni que me calle. Al final tener una oportunidad es lo mínimo que merecemos por ser sencillamente hombres y mujeres. La libertad es algo por lo que realmente merece la pena vivir y créanme será la senda que desemboque en mi futuro. Espero no llegar solo a este futuro, de hecho, sé que no lo haré. Hay muchas personas que por suerte piensan como yo pero no las suficientes. También sé que muchos se reirán de estas palabras, que pensaran que el campo alguien lo tiene que trabajar y que la educación no es un dulce para la boca del asno. Muchos de los que lean esto dirán YO NO SOY ESE pero luego se irán a casa y no harán nada,  se refugiara en ese salvaconciencias de palabras que nos pregunta ¿Qué puedo hacer yo?  y seguirán el curso de su carrera. A esos les diré que tienen en sus manos un arma envidiable; “la libertad de la palabra”. Puede sonar a chiste pero no hace mucho por utilizar la libertad te cosían a palos. Muchos no tendremos la libertad de elegir nuestro futuro pero todavía nos queda la palabra y juntos somos mucho más libres que ellos.

1 comentario:

  1. Simon tus palabras me ha hecho llorar de emicion y tristeza yo nunca pude estudiar,te animo a que sigas adelante en tus estudios y no te rindas nunca, por mucho desanimo que te entre, lo que aprendemos ira con nosotros a cualquier parte del mundo que la vida nos lleve,nos podrán arrebatar lo material pero el conocimiento no,que a fin de cuentas es el único valor real que tenemos,un abrazo y sigue adelante.

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