jueves, 24 de abril de 2014

Lo que más me gusta del mundo es tu sonrisa

Lo que más me gusta del mundo es tu sonrisa,
la costumbre cotidiana de abrigarse con el frío,
el recorrido de tus pupilas por las calles de mi piel,
la página en blanco de tu boca, tus parpados.

Lo que más me gusta, perder si te gano,
las propinas que otros dan al cariño, tu riqueza,
el infinito, el cabello indomable de las olas,
el desembarco de los inocentes sobre tu soledad.

Lo que más, la resaca de tus enfados,
la fecha de caducidad del verano, septiembre,
la plaza donde los niños juegan con el instante,
desnudarte a golpe de letra, un beso.

Lo que más me gusta del mundo es pensarte,
odiarte en la barra de una botella vacía,
las cascaras de pipa que pasean mudas
por el borde inquieto de la paciencia.

Lo que más me gusta es hacerlo contigo,
el encanto de las lágrimas de un ángel negro,
las ligas de la viudas, su olor a sexo prohibido,
el deshielo de mi vaso sobre el invierno.

Lo que más no ser distinto, ser diferente,
la casa que me refugia de la lluvia, un libro,
las preguntas sin respuesta de tus sábanas,
la huida inacabable del olvido, tu recuerdo.








martes, 22 de abril de 2014

Gracias por quitarme las telarañas

He tenido la suerte, porque al final también hace falta morir muchas veces al día para encontrarla, de conocer a gente maravillosa gracias a la poesía. Gente que ha hecho de un joven de 22 años un poeta, un amante de cada verso y un amigo de cada persona que se ha parado a escuchar aquello que tenía que decir. Hace 4 años, después de un largo tiempo sin escribir, decidí coger el papel y el bolígrafo para dejar escrito aquello que hace un tiempo mi corazón, algo triste y descuidado por aquel entonces, gritaba. Tomé una decisión que, de alguna manera, me ha dado la vida, me ha rodeado de gente que comparte inquietudes con este escritor y ha llevado una gota de poesía a la rutina de quien me rodea. Por eso hoy quiero daros las gracias y muy especialmente a aquellas personas que hace cuatro años firmaron un pacto de amistad bajo verso con este poeta, cuando sencillamente hacia versos. Gracias por quitarme las telarañas que enjaulaban a aquel cotidiano Simón.